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Desde el barrio

Sin laburo

Te quedás sin laburo y es como una piña en la frente. Se te vienen mil cosas a la cabeza y se te instalan ahí para no soltarte. Desde el momento que te rajan arrancás a pensar cómo carajo vas a hacer para pagar las cuentas, intentás recordar dónde andaban buscando gente, les avisás a todos tus conocidos que buscás lo que sea, donde sea.

Te quedás sin laburo y es como una piña en la frente. Se te vienen mil cosas a la cabeza y se te instalan ahí para no soltarte. Desde el momento que te rajan arrancás a pensar cómo carajo vas a hacer para pagar las cuentas, intentás recordar dónde andaban buscando gente, les avisás a todos tus conocidos que buscás lo que sea, donde sea. Publicás en face. Después de unos días salís a tirar currículums, fotocopia por fotocopia tirás en las consultoras y negocios que pensás que pueden tomarte. "Cualquier cosita te llamamos", escuchás. Después de gastar en fotocopias, colectivos, trenes y pedaleadas se te cae la moral a pedazos. Sentís que es tirar plata al pedo. Mirás el diario todos los días, mirás los grupos de internet. Mirás el celu a cada rato, controlando que ande bien.

Nadie llama. Se acabó el frasco de café y se vació el freezer. Gustitos que no vas a volver a comprar hasta que no tengas laburo asegurado.

Después de un par de semanas empezás a mirar con atención a tu alrededor a ver qué carajo podés vender. No hay nada de valor. Pensás en vender la ropa que no usás, no vale nada pero en alguna feria capaz te dan unos pesos, para pagar el fiado o comprar algo de mercadería. Todo el día es pensar y pensar de dónde carajo vas a sacar guita. Mirás a tu alrededor: todo el barrio está vendiendo empanadas, sorrentinos y pizzas caseras. Todos están en la misma.

Nadie llama. Hace rato no hay azúcar, sale mate amargo como siempre y los chicos toman el té con unos sobrecitos de edulcorante que estaban en la alacena hace mil años...


(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada... ¿Por qué publicamos apenas un fragmento de cada artículo? Porque la subsistencia de Sudestada depende en un 100 por ciento de la venta y de la confianza con sus lectores, no recibimos subsidios ni pauta alguna, de modo que la venta directa garantiza que nuestra publicación siga en las calles. Gracias por comprender)

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Mayra Arena