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Entrevista. Lía Copello

El trazo de la rebeldía

Una hoja en blanco y un lápiz. Lía Copello necesitaba solamente eso para inventar historias y mundos durante una infancia solitaria en el conurbano bonaerense. Con el paso de los años esos dibujos cambiarían, pero la simpleza seguiría intacta y daría origen a La Cope: un personaje tierno, sincero, divertido y sin escrúpulos que dice lo que piensa y habla sobre lo que conoce. Una joven de pelo corto con rulos alborotados, parecida a su creadora. Una mujer con amor propio.

Dos chicas comen pizza en malla sobre una reposera al rayo del sol. Muestran los pliegues de sus panzas y los pelos de sus piernas. "Tenemos que llegar al verano… empoderadísimas", exclaman. La Cope es una tira gráfica que entrecruza feminismo con humor y supera los 600 mil seguidores en Facebook y 200 mil en Instagram. La mayoría son mujeres que tienen entre 25 y 35 años. "Me siguen también adolescentes, pero son pibas que están más evolucionadas. Nosotras, las treintañeras, todavía queremos aprender un montón de cosas. En los comentarios veo que aparece mucho esta cuestión de lo aprendido versus lo que queremos ser y deconstruir", dice su creadora.

Lía Copello estudió publicidad, trabajó algunos años en ese rubro y un día lo dejó para siempre. "Es un ambiente muy machista, tuve jefes maltratadores, no me encontré nunca", manifiesta. Empezó a hacer historietas sobre lo que pasaba ahí adentro y se reencontró con el dibujo. Hoy se propone subvertir los estereotipos que llegó a conocer en detalle en su paso por la industria de la belleza y la moda.

El personaje de La Cope es una mujer que tiene celulitis, estrías, se tira pedos, habla abiertamente de la menstruación y del deseo de tener sexo. "Lo hago como una provocación y me divierte. Hay algo que está muy desnaturalizado sobre nuestras propias anatomías. Nos da asco menstruar porque nunca lo vemos en los medios, ni lo hablamos en otros espacios, sólo nosotras convivimos con eso", argumenta.

Joyce Farmer fue una de las primeras ilustradoras en producir historietas sobre ese tema. El cómic underground surgió en Estados Unidos entre 1967 y 1968, momento álgido para el movimiento de mujeres norteamericanas. Significó el ingreso de las dibujantes a la edición, impresión y distribución de sus tiras gráficas. Y con el acceso llegó la liberación de los tópicos que se tocaban: expandieron las fronteras de lo políticamente correcto.

En la Argentina de los ochenta, empezaron a circular las primeras historietas de Maitena que revirtieron las tendencias imperantes hasta ese momento. Sus dibujos y trazos oscuros se caracterizaron por una profunda exploración de la sexualidad femenina. Lía Copello dice que "Maitena está allá arriba", porque se lanzó a dibujar cuando nadie lo hacía. "Con las redes sociales logré generar un vínculo con ella. Es muy loco eso: hacía lo mismo 25 años antes que yo en un contexto completamente distinto. Pero por lo general es algo que explota en las pibas jóvenes. En mi generación, quizás, aparece más la idea de no querer laburar en la oficina y poder trabajar de forma autónoma", agrega...



(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada... ¿Por qué publicamos apenas un fragmento de cada artículo? Porque la subsistencia de Sudestada depende en un 100 por ciento de la venta y de la confianza con sus lectores, no recibimos subsidios ni pauta alguna, de modo que la venta directa garantiza que nuestra publicación siga en las calles. Gracias por comprender)

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Autor

Solana Camaño