Buscar

El galpón del viejo Charly

Weather Report, Jazz electro-spacial

(Probablemente cuando salga esta nota a la calle esa hermosísima persona, llamada Carlitos Miles, esté cumpliendo dos años de vida -como esta revista- por eso el galpón se va a vestir de fiesta para saludarlo y agasajarlo por otro año más entre nosotros. Felicito a mi esposa por cuidarlo y criarlo, y hacer de él un hombre de bien. Pido disculpas y agradezco a mis amigos y compañeros de staff por dejarme decir esto. Pero es tan grande el orgullo que tengo de ser padre que ni el más bello pasaje de los temas musicales que escucho en el galpón se comparan con la felicidad que siento al verlo crecer día a día. ¡Feliz día Miles!)

Allá por principios de los setenta, Miles Davis (cuando no) junto a un grupo de jóvenes músicos nos deleitaba con esa experiencia alquímica llamada Fusión jazz rock, luego de un tiempo de ese legendario grupo se desprenderían dos baluartes llamados Wayne Shorter (saxofonista) y Joe Zawinul (tecladista) que juntos codirigirán el grupo llamado Weather report (Parte meteorológico). Como lo dice su nombre, esta banda a lo largo de quince años de existencia nos irá mostrando el clima musical de todo una época ('70-'85). Durante este período se fueron sucediendo distintos integrantes dentro de su formación; grandes músicos como Miroslav Vitous (bajo), Alphonse Mouzon (batería), Alex Acuña (percusionista) y Jaco Pastorious (bajo), quien con su enorme talento y personalidad ampliará el papel motor como líder en una banda de jazz.

Con la grabación de su primer disco, llamado Weather report, ya nos irá mostrando un sonido inimitable, con una improvisación muy libre y muy impregnada de Rhythm 'n'blues. El uso de sintetizadores y el aporte del avance tecnológico dentro de la música les ayudará a crear una atmósfera llena de colores, ruidos y timbres instrumentales, cuya sucesión evoca una vuelta al mundo a la velocidad del sonido.

Esta formación romperá con la idea tradicional de separar los roles entre solistas y sesión rítmica. La melodía la podía llevar cualquier integrante del grupo. Mientras que podían improvisar colectivamente largos temas o en otros momentos enfatizaban ritmos exóticos por el placer de hacer ritmo, por el ritmo mismo.

Cabe rescatar el gran talento de alguno de sus integrantes. Por nombrar a los más importantes se podrá decir que el aporte magnífico que nos dejó y nos sigue dejando Wayne Shorter, no tiene comparación con ningunos de los saxos post Coltrarianos. Que la particular forma de tocar teclados de Joe Zawinul mezclando todo tipo de efectos de sintetizadores (del cual es un especialista) servirá para darle al jazz ese sonido especial y eléctrico que será la característica principal de los años setenta.

Alex Acuña (percusión) será el encargado de llevar la bandera del ritmo latino a una banda de jazz, y gracias a la popularidad que alcanzó esta banda lo elevaría al máximo escalón entre los mejores del mundo.

Tanto Miroslav Vitous como Jaco Pastorious llevarán al bajo eléctrico dentro de una formación de jazz al nivel máximo de libertad convirtiéndolo en un instrumento más de improvisación.

El que haya existido una banda de estas características permitió que el jazz, que hasta ese entonces parecía condenado al olvido, surgiera como el ave fénix dentro de ese mundo que giraba al ritmo del rock de finales de los '60.

Su incursión dentro del campo de lo popular hizo que el jazz se desviara por un momento de la dirección que había tomado hacia lo elitista.

Dentro de los grupos de fusión fue el más inventivo de todos. La mezcla de ritmos caribeños, hindúes, africanos, brasileños con el hard bop, funk y el romanticismo hendrixiano seducirán a gran parte del público de todo el mundo. Para confirmar esto sólo basta con escuchar alguno de los trabajos de esta banda como Heavy report o Mr Gone, en donde el abanico polirítmico los llevará a un viaje por el espacio sideral de este maravilloso género musical llamado jazz.

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº21)

Comentarios

Autor

Carlos Ortíz