Claudia Korol: "El feminismo popular es profundamente colectivo"

1. ¿Cuál es el rol del feminismo hoy en Argentina?

Es difícil responder individualmente a esta pregunta, ya que el feminismo popular es profundamente colectivo, y va pensando-actuando para transformar las relaciones de opresión, a partir del encuentro de nuestras experiencias. Creo que el rol del feminismo es el de contribuir a la organización de las mujeres y las disidencias sexuales, como parte de los movimientos populares, para enfrentar con mayor capacidad al héteropatriarcado capitalista y colonial; para que con nuestros modos de organizarnos, podamos crear y creer la posibilidad de no ser víctimas pasivas de las múltiples opresiones que sufrimos, sino protagonistas de nuevos modos de vivir, de relacionarnos, de sentir, basadas en el encuentro, el acompañamiento, el deseo, y no la dominación. El feminismo puede, y creo que debe aportar también, a discutir conceptos y prácticas propias de las dominaciones, como el de propiedad privada, que se extiende a todas las dimensiones: propiedad privada sobre los medios de producción, sobre las relaciones amorosas, sobre las personas. Y la mercantilización de la vida, de los cuerpos, de los vínculos, de la naturaleza. En ese sentido, el feminismo no es un apéndice que mejora o complica -según quien lo mire- las luchas socialistas o antimperialistas, "agregando" derechos de las mujeres. Es una propuesta que interactúa con todas las luchas del pueblo, integrando la necesidad de avanzar hacia la descolonización efectiva de nuestros territorios y cuerpos, sueños y proyectos.

2. ¿Qué balance hacés de las políticas de género en la última década?

Hemos dado pasos importantes en la Argentina en la creación de un sentido común que desnaturaliza la violencia patriarcal, los mal llamados crímenes de odio, el reconocimiento a las disidencias sexuales, la crítica del lenguaje sexista, entre otros logros. También hemos logrado la conquista de cambios de legislaciones importantes. Sin embargo, es evidente que las políticas fundamentalistas y patriarcales han generado presiones suficientes como para que no podamos lograr hasta ahora, por ejemplo, una ley que garantice el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. A partir de la asunción del gobierno de Macri es evidente que existe la amenaza concreta de retroceder en todo lo conquistado. Por otra parte, hay un desajuste entre lo que dice la ley y las prácticas institucionales. Esto que ya se venía expresando en el gobierno anterior, ahora se agrava.

3. ¿Qué significó el "Ni una menos"?

Fue como el Nunca Más, o el Ya Basta, en la denuncia de los femicidios, como expresión de la violencia contra las mujeres. No quiero decir que sea un acto definitivo, pero sí un momento de toma de conciencia de la sociedad de condena a la violencia y a la impunidad. Y lo más importante, un momento en que muchas mujeres y disidencias sexuales, pudieron mirarse en el rostro de esa sociedad cansada, y decir "yo también sufrí esto"; pero ya no como un drama individual, sino como parte de un drama social, que a partir de nuestra acción feminista, muchas pudieron comprender que era consecuencia de un sistema patriarcal...

(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada)